Mayo le dio la bienvenida a nuestra estación lluviosa y en ocasiones nos premió con varios días de sol.
En Conoce mi Mundo le cantamos a la lluvia y le pedimos que desaparezca para salir a jugar, pero también le agradecemos por darle de beber a todos los animalitos que nos rodean y por proporcionarle a las plantas razones para crecer y florecer.
Es una realidad que mientras los adultos nos preocupamos por el infinito tráfico y las dificultades que trae la lluvia- siendo niños la veíamos como nuestra cómplice; en donde el mundo se nos antojaba como un enorme patio de recreo y los charcos eran razones para reír a carcajadas. La lluvia era una invitación a deshacernos de las preocupaciones y a disfrutar de la libertad y la alegría, sintiendo las gotas sobre nosotros, el tiempo se detenía y sólo existía la diversión y la felicidad del momento presente.
En mayo, estudiamos «Roads». Conocimos los diferentes caminos que nos ofrece el mundo para comunicarnos. Ya sea por mar, tierra o aire, la vida nos ofrece infinitas opciones para poder comunicarnos y ultimadamente lograr conectarnos.
Iniciamos un nuevo proyecto y aprendimos a manejar bicis de balance. Esquivando obstáculos y haciendo giros inesperados, nos levantamos varias veces del piso para demostrar que a pesar de las dificultades debemos y podemos seguir intentándolo.
Muchas veces la vida se siente como si constantemente estuviésemos atravesando una carretera, llena de emociones y desafíos que nos esperan en cada kilómetro que avanzamos. Cada vez que nos aventuramos a atravesar ese camino, nos enfrentamos a decisiones y oportunidades que moldean nuestro destino y ese recorrido implica tomar riesgos y enfrentar miedos. En este viaje, encontraremos intersecciones y desvíos. Algunos cruces nos brindarán opciones claras, donde podemos decidir qué dirección tomar- pero otros serán más confusos, con señales que parecen contradictorias y decisiones difíciles que resultan imposibles de tomar. A veces, tomar un desvío nos llevará a lugares inesperados, enseñándonos lecciones valiosas o brindándonos inclusive experiencias que nunca hubiéramos imaginado.
En mayo, uno de nuestros peques sufrió un accidente que lo mantuvo alejado de nosotros por más de un mes- sus compañeros mostraron preocupación y su regreso estuvo marcado de alegría y emoción por todos aquellos que extrañaron su presencia.
Durante un circle time, una teacher expresó sentirse triste porque una de sus amigas estaba enferma- y un peque alzó la mano para decirle que la entendía, porque también tenía un amigo que estaba enfermo y «sabía» como se sentía. En estas carreteras de la vida, es importante recordar que no estamos solos. Podemos encontrar compañeros de viaje que nos brindan apoyo y aliento durante los momentos difíciles. Es la amistad y el sentido de pertenencia lo que nos ayudan a sobrellevar las dificultades y a encontrar un propósito mayor en nuestra travesía. Nuestros pequeños saben exactamente cómo hacerlo.
Ojalá recordáramos que, así como planificamos nuestros viajes por carretera, deberíamos planificar nuestra vida. Establezcamos metas y tracemos un rumbo, estemos dispuestos a adaptarnos a las condiciones cambiantes y a tomar decisiones sabias en el camino. No olvidemos que al igual que en un viaje, la compañía que mantenemos en la vida puede hacer que el trayecto sea más placentero y significativo. Disfrutemos de los momentos suaves y naveguemos con valentía a través de las curvas pronunciadas. Cada experiencia, cada elección y cada encuentro enriquecen nuestro recorrido y dan forma a nuestro destino final.
Gracias mayo por enseñarnos tanto.
Teacher Michelle